
Como es costumbre almorzamos antes del descenso. Buscamos refugio debajo del puente de Endarlatsa ya que amenazaba lluvia.

Salimos justo debajo del puente unos

y otros de la cercana playa fluvial.

Es el tercer año consecutivo que realizamos el descenso del Bidasoa y pese a las malas previsines de lluvias, viento y mala mar cada año superamos con creces el número de kakistas del año anterior.

Este año tuvimos que portear por la orilla un pequeño tramo en la zona llamada "San Miguel" ya que se celebraba la Copa de españa de Slalom. A cambio pudimos ver algún descenso espectacular.

Además del almuerzo también hubo merienda en la que destaco el chorizo de jabali de Cesar y el bizcocho de Maider.